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Lo personalCuando el mundo se dobló en “U”

Muy al inicio de la pandemia cuando en Bogotá decidieron alargar el fin de semana de simulacro de cuarentena estricta. Había una sensación en el aire de desconocimiento e ingenuidad, nadie podía anticipar que ese primer fin de semana se convertiría en 1 mes de encierro, y luego en 6 meses de confinamiento.

 

Cuando extendieron el simulacro de cuarentena, yo estaba en la casa de mis suegros y esto conllevo a que el primer mes lo transitáramos juntos. Esa primera semana donde la fantasía se empezó a convertir en realidad, soñé que el mundo se doblaba en “U”. Debo adelantar que de unos años para acá, algunos de mis sueños parecen transpersonales -o así los he podido explicar- a veces no sueño autorreferencial, me entiendo como un testigo (sin cuerpo) de situaciones y hago de observador/escuchador en éstas.

En la película Inception, hay una escena en la que Elliot Page -arquitecta en el mundo de los sueños- dobla una avenida aprovechando la abundancia de efectos especiales de nuestras producciones oníricas; este momento es lo más similar que encontré para explicarle a C, apenas desperté, que el mundo se había doblado en “U”


Aquí el relato del sueño, en primera persona y en presente, como lo llevé a mi sesión de psicoterapia:

“Retomando se me aclara la imagen, más que en ‘U’, parecía que la tierra se había dividido en el mundo de arriba y el de abajo. Yo estoy en la parte de arriba que es un espejo exacto de lo que queda abajo: una bahía nublada, el mar revolcado y una avenida que cruza todo.

En el nuevo orden ya no es sostenible quedarse arriba (de cabeza). Lo cierto es que todas las personas podemos bajar, sin embargo, abajo sólo llegan a salvo aquellas personas que sueltan el orden viejo, el insostenible, el patas pa’ arriba. El mundo de abajo, el del nuevo orden recibe únicamente a las personas que no tienen miedo.

Algunas personas se lanzan con terror y se lastiman, no hacen el trabajo y no lo logran. Empiezo a entender que se trata de un tema de confianza: “Si saltas sin dudas, vas a estar bien”. Me quedo un rato observando, y otras personas dan los primeros tumbos temorosos y en la medida que recorren el camino se dan vuelta hasta hacer un aterrizaje esponjoso.

Yo no recuerdo mi recorrido, sé que me suelto pensando: “Pues, es lo que es”. De repente estoy abajo, tengo los pies en una nueva tierra. En el siguiente momento estoy sentada en un restaurante con poca gente. El restaurante queda sobre la playa nublada que veía desde arriba, está hecho de madera, es austero, el clima es fresco y húmedo, de ese que nunca deja secar la ropa, la madera y las dudas, tiene grandes ventanales a través de los que se escucha rugir el mar.

En la mesa me acompañan tres personas que no conozco y escucho la voz decir: “Ahora todo lo que antes era blando es lo fuerte y viceversa”. Estamos por ordenar entonces, muy a mi manera, hago un chiste: “¿Cómo, ahora tengo que comer ladrillos?”. Me río y despierto.”


La sensación con la que me levanto es de estupefacción y como si tuviese una noticia para contar: “Ya las cosas no funcionan igual”.

Un par de días días después estoy echándole el mismo cuento a F durante mi sesión de psicoterapia. El primer paso en el trabajo con sueños en Gestalt es volver a narrar la experiencia del soñante en presente y en primera persona, algo así como el relato anterior.  Lo segundo es elegir elementos del sueño que te llamen la atención, es decir, las figuras; yo trabajé: Mundo arriba/abajo, miedo/confianza y blandito/fuerte. Y por último trabajé con mi propia vivencia del sueño que remitía una y otra vez al tema de polaridades: personales y en mi entorno.

En la psicoterapia Gestalt y a consecuencia de su base fenomenológica, los sueños son entendidos como expresiones de nuestro propio ser en su constante trabajo por integrarnos, darle sentido a la experiencia y cerrar situaciones inconclusas. En palabras de Fritz Perls:

“Yo creo que en el sueño tenemos un mensaje existencial muy claro acerca de lo que falta en nuestras vidas lo que evitamos hacer y vivir. También en los sueños hay bastante material para ser reasilimilado y reposeer nuestras partes alienadas”

No existe ninguna teoría o técnica que pueda superar el darse cuenta personal, en este caso, de quien sueña. En la psicoterapia, estimulamos la capacidad de aprendizaje experiencial del que disponemos todas las personas, identificando las interrupciones y propiciando el contacto con lo que es.

Les comparto algunos datos que –quizás- no sabían sobre soñar:

  1. Es una función psicológica integradora.
    Dormir es uno de los procesos más importantes para el bienestar del organismo, ya que hace parte de las necesidades básicas, el descanso, la depuración, la desintoxicación y algunos procesos como el aprendizaje. Soñar, la capacidad de generar producciones oníricas, es una función exclusivamente psicológica en la cual nuestro diseño nos está permitiendo trabajar sobre la reintegración de nuestras partes y el cierre a situaciones aun no asimiladas.

  2. Tenemos alrededor de 4 sueños por noche.
    La mayoría de personas tiene entre 3 y 6 producciones oníricas, poder recordar los sueños tiene que ver más con la etapa del ciclo del sueño en la cual despertamos. Para recordar sus sueños les recomiendo que al despertar se incorporen lentamente, sin llenarse de estímulos y tener una agenda para consignar el sueño en tanto despierten.

  3. Solo soñamos en la fase REM.
    El ciclo del sueño está compuesto por 4 partes principales: adormecimiento, sueño ligero (NREM), sueño profundo (reparador) y sueño (REM) donde se producen la mayoría de ensoñaciones.

  4. Es un intento por cerrar situaciones y reintegrar la fragmentación.
    Esta función psicología tiene como objetivo continuar trabajando en nuestra homeostasis. Entonces aun dormidxs/involuntariamente, podremos seguir trabajando en nuestros aspectos pendientes en búsqueda del bien-estar.

  5. Cuanto más escindida la persona, más tono de pesadilla tendrán sus sueños.
    Uno de los aspectos que más le agrega “extrañeza” a la producción onírica es la ralentización del neo córtex mientras dormirnos; ya que al disminuir su actividad permite que emerjan en la atención recuerdos, ideas, personajes sin discriminación alguna. Así que, entre menos tengamos conocimientos de nuestras divisiones, heridas, aspectos relegados más posible que aparezcan en la consciencia del mundo onírico con tono de pesadilla.

    ¿Y a vos, qué te dicen tus sueños?
    (Próximo taller online)

Written by:

Soy psicóloga y psicoterapeuta Gestalt. Te quiero ofrecer una invitación a desenvolver, explorar y expandir.

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