¿Para qué nos enojamos?
Dentro de las cuatro emociones básicas que experimentamos todas las personas se encuentra la rabia (enojo o ira), y al igual que las demás emociones se manifiesta principalmente a través de síntomas corporales, con esta emoción puntual se puede llegar a sentir: agitación, aumento de la temperatura corporal, tensión, sensación de taco en la garganta, malestar estomacal, entre otras.
Las funciones principales de sentir rabia son poder defendernos, atacar o huir del peligro; si nos quedamos en un estado de letargo cuando somos atacados, vamos a propiciar el peligro o la situación en la que nos encontramos. Sentir enojo nos carga de la energía (disparando los niveles de noradrenalina y adrenalina) necesaria para decir “BASTA” ya sea con palabras o con acciones, marcando con esto nuestro límite: hasta dónde permito que las situaciones o los demás lleguen.
También podemos sentir rabia ante situaciones que nos generan frustración o estrés. Aquellas que aparentemente no tienen solución, y sin embargo, seguimos intentando una y otra vez -de la misma manera- arreglarlas sin recibir el resultado que esperamos.
Sentir rabia es parte natural e instintiva de la experiencia humana, no es buena ni mala, aparece cuando sentimos que estamos siendo atacados. Esta dicotomía sí se manifiesta en la manera cómo hemos aprendido a lidiar con esta emoción, por ejemplo:
Estar enojados es una respuesta natural (emoción)
VS
Pegarle a una persona es una conducta aprendida (violencia)
Entender lo que nos enoja y elegir de manera consciente una manera para lidiar con esta emoción, puede ayudarnos, no solo a liberar la rabia y la incomodidad que ésta nos genera, sino a resolver la situación que nos la esté causando. Cuando por el contrario elegimos reprimirlas, el enojo se puede almacenar en nosotros a manera de resentimiento, expresándose en conductas pasivo-agresivas, malhumor, hostilidad, cinismo y en algunos casos enfermedades físicas.
Algunos consejos para el agenciar el enojo:
- Respirar
- Reflexionar.
- Practicar la relajación.
- Retirarse de la situación.
- No tomar ninguna decisión radical desde la ira.
- Recordar que tienes el control de tus reacciones.
- Dejar de acumular cosas que te molestan.
Written by: Verónica Reyes
v@copia.veronicareyes.co
Soy psicóloga y psicoterapeuta Gestalt. Te quiero ofrecer una invitación a desenvolver, explorar y expandir.
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